PIENSO LUEGO EXISTO

"ABRIR LAS PUERTAS DE LA IMAGINACIÓN Y UTILIZAR NUESTRO IDIOMA COMO MATERIALIZACIÓN DEL PENSAMIENTO"

viernes, 25 de febrero de 2011

Y .... NOS VISITÓ MATURANA

FRANCISCO "PACHO"MATURANA GARCÍA INVITADO ESPECIAL EN  SAN ANTONIO DE PALMITO

LOS MÁS PEQUEÑOS DE LA INESA SABEN QUIEN ES MATURANA
ESPERANDO LA LLEGADA DE MATURANA


LA BANDA MUNICIPAL RECIBIÓ A MATURANA AL SON DE  PORROS  Y FANDANGOS


TODOS ESTUVIMOS PRESENTES EN ESTE HOMENAJE RENDIDO AL
EX DIRECTOR TÉCNICO DE LA SELECCIÓN COLOMBIA

HACE SU ARRIVO  DESPUÉS DE UNA LEVE  LLOVIZNA

LAS AUTORIDADES MUNICIPALES ENCABEZADAS POR
EL ALCALDE  NAIRO HERNÁNDEZ RECIBIERON AL GRAN
"PACHO"

TAMBIÉN LO ACOMPAÑARON  EL SECRETARIO DE EDUCACIÓN MUNICIPAL
LA PERSONERA Y EL DIRECTOR DE DEPORTES SE SAN ANTONIO DE PALMITO

LLEGAMOS MUY ORDENADITOS CON NUESTROS PROFESORES Y PROFESORAS

MUCHOS Y ESPECIALMENTE MUCHAS SUPIERON QUIEN ERA
FRANCISCO MATURANA

FUE MUY AGRADABLE CONOCER Y ESCUCHAR TODO HACERCA
DE LA VIDA DE ESTE COMPATRIOTA


El día de ayer, en horas de la terde y después de una leve llovizna los alumnos y alumnas de la institución educativa Indígena San Antonio Abad, salieron en compañía de sus profesoras,       profesores, y directivos de la jornada vespertina para darle la bienvenida a FRANCISCO MATURANA GARCÍA. Muy emocionados especialmente los niños quienes están más al tanto de el deporte y especialmente del fútbol, nos dirigimos a la plaza principal, donde en compañía de las autoridades municipales , nos esperaba el gran Maturana.

Revivimos épocas de triunfo y derrotas, en el futbol no hay nada escrito, pero recordamos cuando todo el país se paralizaba por el futbol.

Un sencillo pero emotivo homenaje se le brindó a esta gloria del balón pie colombiano.

A continuacón les dejo una reseña biografica de "Pacho"Maturana publicada en el Espectador. 
 Siempre fue así Francisco Maturana García, quien cumplió los 60 años el 15 de febrero y vive de frac en el mundo del fútbol. Al odontólogo nacido en Quibdó habría que aplicarle en su perfil aquella frase que soltó sobre uno de sus consentidos, Giovanni Hernández, cuando dijo que era “el perfume de la selección”. Él trabaja a su ritmo, a su aire, con su estilo y sin ser propiamente la “mata del trabajo”, han sido tantas sus experiencias que nadie podría descalificarlo, ni su más acérrimo enemigo, una tarea perdurable y fructífera en el balompié colombiano y hasta mundial.
Pacho respira fútbol desde su infancia en la capital chocoana, hasta cuando llegó al Atlético Nacional que dirigía Osvaldo Zubeldia en el que fue zaguero central titular al lado del Zurdo López o del Polaco Semenewickz. Su inteligencia táctica y visión de juego hicieron que Papá Osvaldo le hiciera uno de los mimados en las jugadas de laboratorio donde llegaba al remate final después de que Peláez, Herrera o Sarmiento la peinaran al segundo palo. Todos la sabían, todos se la seguían “comiendo” e inclusive hoy algunos equipos todavía van a sacarla de la red.
En medio de su carrera como futbolista, adelantó sus estudios de odontología y recibió su grado. Todavía recuerdo su pequeño consultorio donde alguna vez me senté en esa detestable silla del dentista para ser tratado por sus manos. Lo único bueno de la tortura que significa ir al dentista es que éste hable bien de la pelota y cuente intimidades de la otra profesión, aunque en el caso de Maturana, la segunda era la que había estudiado. En conclusión, nació para ser hombre de fútbol, esa es su verdadera vocación y lo otro fue un accidente en el camino.
En el momento del adiós a la carrera de jugador, tras un efímero paso por el Bucaramanga, el chocoano encontró en Luis Cubillas el “ideólogo” que lo reconvirtió a la religión de la zona lineal. Habituado durante años a trabajar marcas al hombre con Zubeldía y Bilardo en la selección, algo por lo que no sentía vocación, el incipiente técnico que anidaba en el cerebro le dijo al oído: esta es la ruta, es el camino...
Y Francisco Maturana se aventuró a la mar del fútbol en aquella idea táctica que movía Ricardo de León, concretaba Cubillas y que él perfeccionaría en el medio local. Primero fue en el Once Caldas, la “selección francesa”, que jugaba bien y bonito, pero se quedó a la hora de la definición, y de allí a ese combinado preolímpico de Bolivia que empezaba a usufructuar una maravillosa generación de jugadores.
Después, vino todo lo demás. Su nombramiento en la selección de mayores, la clasificación a dos mundiales consecutivos, el título de la Copa Libertadores con Nacional, la estrella con el América de Cali, la presencia en el fútbol español con Valladolid, donde “hizo patria” llevando a Higuita, El Pibe Valderrama y Leonel; su fracaso con el Atlético de Madrid, donde debió lidiar al terrible orate Gil y Gil; el rechazo al Real Madrid porque entendió claramente, en una de sus frases históricas, que el equipo de la “beautiful people” de España no iba a aceptar a un negro sudaca al comando y lo lapidarían públicamente, zurriago en mano; Ecuador y la lucha por llegar a la Copa del Mundo, Millonarios y un triste paso donde se le veía tan ido y ausente que ni se cambiaba de ropa para entrenar porque el que lo hacía era Luis Fernando Suárez mientras él leía el periódico.
Y más de lo mismo, tropiezo en Perú, técnico de la tricolor fracasando para Corea y Japón cuando le entregaron un equipo clasificado y falló en su misión de llevarlo a puerto seguro; el título de la Copa América que está ahí en el historial, en letras de molde así muchos digan que fue una “copita” sin figuras y sin equipos valiosos, pero fue consagración y para eso le entregaron el equipo local, para sacarlo campeón. Y el gran fracaso del arranque mundialista para Alemania, cuando hizo uno de 12 puntos, y la aventura en Trinidad y Tobago, donde tuvo que lidiar con otro loco tipo Gil y Gil, Jack Warner, el dueño del fútbol caribeño.
Maturana conoce bien los verbos “ganar” y “perder”. Conjuga a la perfección todos sus tiempos, todos sus presentes y pasados, hasta los pluscuanperfectos que enseñaron en la gramática elemental. Sabe bien que hoy es la hora de la victoria y mañana del no ser nadie, que hoy te idolatran y mañana te defenestran. Es la ley del fútbol, atada a unos resultados que se dan a veces y otras no, inclusive con la misma fórmula. Es como el cocinero que repite y repite la receta y nunca le queda igual, unas veces mejor que otras, porque alguna vez se le fue la mano en la sal, porque en alguna ocasión el limón no estaba bueno, porque los ingredientes eran diferentes.
Ningún técnico, llámese como se llame, puede garantizar el triunfo eterno. En el balompié no hay verdades absolutas y reveladas, el día que ello suceda pueden estar seguros de que los japoneses las meterán en un DVD y Sony lo venderá. Y los chinos pronto la copiarán…
Gracias señor Francisco por su visita, que quedará grabada en los corazones de nuestros jóvenes y su ejemplo de vida.
LiGaPi2011

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